jueves, 27 de agosto de 2009

अगले साल तक


India está dividida en 28 estados, y Himachal Pradesh es el estado que abarca toda la parte Oeste del Himalaya. Después de que nos timaran en la oficina de turismo diciéndonos que ni el tren ni el bus salían hacia el norte el día que nos queríamos ir (tras casi dos meses en India fuimos tan ingenuos de pensar que en un sitio oficial del gobierno no nos timarían, pero es el deporte nacional), cogimos uno de los coches que nos ofrecieron por 6500 rupias y condujimos toda la noche hasta Shimla.

SHIMLA

Era la antigua capital de verano de Himachal Pradesh. La fundaron los colonos y si no fuera porque está lleno de índios y por el enclave de la ciudad, toda en pendiente, pensarías que estas en cualquier pueblo de Inglaterra. Llegamos cuando quedaban solo 4 días para el día de la independencia, y las calles estaban llenas de desfiles y gente. La ciudad está plagada de monos y tuvimos algún encuentro con alguno por culpa de no hacerle caso a la Lonely Planet y mirarlos a los ojos. Alquilamos un jeep con conductor para los diez días por 18000 rupias, 90 euros cada uno.


SARAHAN

Llegamos por la tarde y en lo que quedaba de día nos dio tiempo a ver el pueblo. Dormimos en el monasterio hindú donde conocimos a un austríaco y una pareja de franceses que luego nos fuimos encontrando durante el resto del camino y nos hicimos bastante amigos. A partir de aquí y para arriba la gente ya empieza a tener rasgos tibetano-nepalí. Políticamente son índios, pero las fronteras están trazadas muy arbitrariamente y tanto cultura, costumbres, gente..es tibetana.



CHITKUL Y SANGLA

Al día siguiente dormimos en Chitkul, el último pueblo de índia hacia el noreste, a solo 50 kilometros de la frontera china. Está encajado en un valle por el que pasa el río Baspa, y nos dedicamos a hacer trekking y cruzar el río en cesta a lo indiana jones. Conocimos a dos israelíes a los que también nos estuvimos encontrando en buena parte del viaje, y gracias a ellos descubrimos el Shakshuka, un desayuno israelí buenísimo. Por la tarde nos fuimos a sangla a comer y a ver el monasterio y el pueblo, y por la noche partimos hacia Rekong Peo.


REKONG PEO Y KALPA

Solo teníamos pensado parar en Rekong Peo unas horas para sacarnos los iner permits, un visado especial que necesitábamos para ir hacia el valle de Spitti, donde están Nako y Tabo, pero llegamos en mal momento. El día en que llegamos era fiesta por ser el día anterior al día de la independencia, el siguiente era la própia fiesta, y al otro domingo. Asi pues nos tuvimo que tragar tres días allí, lo que nos hizo después ir más rápido viendo todo lo demás. La guest house la cogimos en Kalpa, un pueblecito un poco mas arriba de Rekong Peo, con unas vistas espectaculares del valle y del Kinner Kailash, un 6500. Los días que estuvimos por allí los aprovechamos para hacer excursiones, ir a visitar algun otro pueblo cercano, ir a la misa del monasterio budista de Kalpa... A partir de aquí en los monasterios dejas de ver a Ganesh, Shiva, Parvati, Krishna, etc porque dejan de ser hinduistas y pasan a ser budistas. En este monasterio en concreto aprendimos porque buda tiene tanta barriga; durante la media hora que duró el rezo, mientras los monjes cantaban y tocaban el tambor y la trompeta, había una mujer que se dedicaba a repartir tortitas, frutos secos, caramelos, plátanos...Nosotros nos lo íbamos guardando todo en los bolsillos de los impermeables pero los acabamos saturando y tuvimos que comernos el resto con buena cara.



NAKO

Cuando por fin pudimos dejar Rekong Peo fuimos directos a Nako, el primer pueblo del valle de Spitti. Ha sido uno de los mas bonitos y espectactulares en el que hemos estado. Tiene una lago en medio del pueblo en el que nos quisimos bañar pero no nos dejaron porque nos dijeron que era para los dioses.



TABO

En Tabo nos encontramos con unas amigas de la facultad y de la ONG que habian hecho el año pasado un proyecto de un comedor en el colegio del pueblo y este año han vuelto para implantar un sistema de energía solar. Nos levantamos con muuuucho esfuerzo a las 5 de la mañana para ver el rezo de los monjes en el templo, que tiene las pinturas budistas mas antiguas del mundo, datadas hace 1020 años.




DZANKAR, KIBBER Y KEE GoMPA

El último día lo hicimos a sprint porque quedaban varias cosas que todavía queríamos ver antes de volver a Delhi, y visitamos la ciudad de Dzankar, con un monasterio enclavado en unas cimas rocosas muy impresionante; luego Kibber, el segundo pueblo mas alto del mundo (4250 m); y por último fuimos a dormir a Kee Gompa, el monasterio de Kee, donde por 150 rupias, 2 euros, cenamos y dormimos con los monjes. Al día siguiente nos tocó paliza de coche hasta Manali y de allí vuelta a Delhi.

DESPEDIDA

El último día de cole nos hicieron una fiesta de despedida en el despacho de Rina. Nos pusieron collares de flores en plan hawaiano y algunos niños y madres nos trajeron dibujos, y las profesoras nos hicieron regalos de figuritas de dioses de las que ves en las tiendas de los chinos y nos compraron una tarta. Me despedí de mis niños, cosa que no tendría que haber hecho porque casi me quedo, recogimos la casa de la aldea, hicimos maletas... y hasta el año que viene.



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